¿Hay momentos en los que te sientes que vives en contra de tus sueños, deseos, necesidades y no avanzas?

Si tu respuesta es ¡Sí! se trata de un AUTOBOICOT, que significa que estamos ejecutando acciones contra nosotros mismos que nos generan sufrimiento; sin embargo, lo que tenemos que saber es que nos ocurre a “todos” con menos o mayor intensidad, en cualquier momento de nuestras vidas y no distingue género, edad, ni posición social. ¡Buenas noticias! existen “técnicas profesionales”, que nos ayudan a minimizarlo y controlarlo y ¡ánimo! si lo acabas de identificar, éste es el comienzo para lograr salir de estar bajo su control.

Según la RAE,  boicot significa “impedir a alguien el normal ejercicio de una actividad, generalmente de tipo comercial, profesional o social, como medida de presión para conseguir algo”. Podemos sencillamente deducir que el AUTOBOICOT también llamado autosabotaje, es cuando con muestras acciones nos ponemos “trabas a nosotros mismos”, para infelizmente convencernos de que no somos capaces de alcanzar nuestros sueños y deseos de tipo comercial, profesional o social.

 

Los expertos concluyen que ante el AUTOBOICOT, conseguimos con nuestras propias acciones o  inacciones convertirnos en rehenes de nuestros propios pensamientos y no actuamos porque preferimos “no esforzarnos para no perder o evitar que nos duela”.

Cuando vamos en contra de nuestros propios sueños, deseos y necesidades en lo comercial, profesional o social, ¿avanzamos? Solo logramos afectar negativamente nuestra autoestima y esto nos genera conflictos, torturas, enfados con nosotros mismos porque nos vemos “incapaces” de hacer, alcanzar, lograr lo que realmente sabemos que es lo mejor para nosotros mismos. 

¿Nos saboteamos para evitarnos sufrimiento y malestar?

Sí, en principio sí, porque la intención inicial de nuestra mente saboteadora es evitar el sufrimiento, darnos protección. Esencialmente, la causa es la inseguridad en uno mismo, la falta de autoestima, la ansiedad que nace, seguramente, por las malas experiencias vividas desde la infancia o desde algún momento de la vida o en la adultez.

¿Cómo nos autosaboteamos?

Algunos especialistas clasifican a ese “saboteador” que todos llevamos por dentro, según como nos habla, en: 

  • Saboteador derrotista o con pensamiento muy negativos y nos puede decir:  

No voy a poder”, “No va a salir bien” “A quién le va a gustar lo que yo hago” “A mí todo me sale mal” “Soy un fracaso”.

  • Saboteador que se excusa para no hacer algo, por perezoso(a) o evitando el esfuerzo que la recompensa lo requiere y nos dice: 

“Hoy no puedo, mañana empiezo” “ya no tengo tiempo” “ya no tengo edad para soñar” “lo que me merezco es complacerme con un regalo”.

Podemos observar que ambos saboteadores ponen excusas para no esforzarse, es como que “busco el bienestar y evito el malestar”. A esto pudiéramos sumarle que no sabemos priorizar lo que es realmente importante y nos dejamos llevar por lo que es urgente.

 

¿Cómo enfrentar este enemigo?

Primero, estar consciente de que existe y luego que no es un asunto exclusivo, es parte de nuestra vida diaria, le ocurre hasta los ricos, famosos y exitosos. Con esto en cuenta podemos evitar que esos pensamientos llenos de boicot nos dominen, quizás admitiendo  que no podemos solo y buscar ayuda de un especialista.

Algunas de las recomendaciones que nos brindan los expertos en lo relacionado con el AUTOBOICOT, son:

  • El cuerpo y la mente van agarrados de la mano. Preocuparse por adquirir buenos hábitos corporales, como disfrutar de caminatas a paso rápido para liberar endorfinas y hábitos alimenticios para bajar el colesterol malo y dejar que nuestro hígado, páncreas y estómago funcionen, es un excelente comienzo para alejarnos, por millas, del autosabotaje.
  • Meditar en los buenos ejemplos de otras personas, en sus logros, a pesar de sus limitaciones físicas, mentales, innatas, te ayudarán a “no” escoger el papel de víctima.
  • Definir y escribir los por qué y las metas para alcanzarlas con menos esfuerzo y tiempo. Nos recomiendan crearnos un plan de acción que incluya nuestras metas a corto, mediano y largo plazo.
  • Rellenar un calendario día a día de las tareas a realizar, nos ayuda a no estresarnos por incumplir con otros y con nosotros mismos. 
  • Seguramente somos aptos para muchas cosas, pero para otras no y lo sabemos, pero todo es cuestión de ACTITUD; esta se cultiva con pequeñas, pero continuas acciones que nos fortalecen el autocuidado y autoestima y beneficia a quienes nos rodean.
  • Esfuérzate en potenciar tu lado racional, para evitar las tentaciones del saboteador instintivo. Hay que detectarlo y no caer a su llamado.
  • Potenciar ese lado racional, trabajando la inteligencia emocional, a través de información profesional confiable, que garantice el logro porque permite detectar los pensamientos y creencias que sabotean.
  • Anotar las ideas ordenadamente, ya que cuando las ideas vagan no logramos nada a nuestro favor.
  • Escuchar la opinión de gente de confianza, despeja la mente y nos hace más creativo.
  • No te compares, usa lenguaje positivo para ti y para los que te rodean, evita a toda costa el lenguaje bélico.
  • Vivir el presente, el día a día. Mirar el pasado para aprender, mejorar y lograr alcanzar nuestros sueños y objetivos que nos proponemos.
  • Dejar de ser perfeccionistas, evitará sentirnos frustrados.

Aprendí:

“¡Sí!, soy capaz de alcanzar mis sueños y deseos de tipo 

comercial, profesional o social, sin sufrimiento”

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