“Ay, a mí me encantaría trabajar desde casa y tener todo el tiempo libre que tú tienes”

“Yo me sentiría demasiado solo trabajando desde casa… ¡Con lo que me gusta hablar con mis compañeros!”

“Pero, ¿trabajas desde tu casa o te la pasas viendo Netflix todo el día?”

“Yo pensaba que tú trabajabas en una empresa, no que trabajas desde casa”

Cuántas veces los teletrabajadores no han escuchado algunas de estas frases. Con seguridad, cada vez que conversan con algún amigo, familiar o alguien que recién conoces, siempre les dicen algunos de estos estereotipos ligados al trabajo remoto.

El teletrabajo está repleto de mitos y malas interpretaciones. Desde que el teletrabajador es menos productivos que sus pares que van a la oficina hasta que nunca se bañan y están todo el día con la pijama puesta.

A pesar de que una encuesta de 2015 realizada por Gallup reveló que37% de la fuerza laboral de Estados Unidos trabaja de forma remota, y que esta cifra continuará creciendo por los próximos años, muchas personas aún ven el teletrabajo como algo solo de emprendedores o freelancers.

En Latinoamérica, Argentina es el país líder en teletrabajo, en donde hasta 2013 se estimaron más de 1.800.000 personas trabajando desde casa.

El teletrabajo no es una moda. Es una tendencia que solo va en aumento y ya va siendo hora de aclarar esos mitos que lo rodean y sacar todo el potencial que esta modalidad de trabajo tiene para ofrecernos.

6 mitos del teletrabajo

Mito 1: El teletrabajo reduce la productividad.

La verdad es que cuando a un trabajador se le da la oportunidad de trabajar desde casa, ya sea porque tenga alguna condición médica que le impida dejar su hogar o porque tenga alguna emergencia con sus hijos, siente la necesidad de demostrar que puede cumplir con sus obligaciones laborales desde donde esté.

Por otra parte, si un trabajador es productivo en la oficina, no existen dudas de que lo será en cualquier parte.

De hecho, un estudio de Harvard Business Review concluyó que teletrabajar aumenta la productividad. La publicación asegura que las compañías estudiadas notaron un incremento en la productividad en 13,5% luego de permitirles a sus trabajadores que cumplieran con su horario laboral desde casa.

Aunque trabajar desde casa sí representa un reto de productividad, sobre todo durante los primeros días, el orden y la organización son clave para tener un excelente desempeño laboral y cumplir con las tareas asignadas.

Si sientes que tu productividad podría verse afectada al momento de trabajar fuera de la oficina, busca herramientas o técnicas que te ayuden a mantenerte productivo.

Mito 2: El teletrabajo es solo para freelancers

Aunque un freelancer puede trabajar desde casa, esta modalidad laboral no es exclusiva de estos trabajadores independientes, ni todos ellos ejecutan sus labores desde la comodidad de su hogar. De hecho, muchos freelancers van a una oficina durante el tiempo acordado con sus empleadores.

Cualquier trabajador fijo de una empresa cuya tarea se pueda ejecutar a distancia puede convertirse en un teletrabajador.

Las compañías deben probar esta modalidad de trabajo y enviar a casa a aquellos empleados que quieran, y puedan, ejercer sus labores desde casa. Para las empresas, un teletrabajador representa menos gastos fijos (como luz, internet o estación de trabajo) y un empleado feliz. Para el trabajador, significa menos horas desperdiciadas en el transporte público, más atención a su familia y la posibilidad de demostrar sus capacidades aún sin la continua vigilancia del jefe.

Mito 3: Un teletrabajador trabaja por más horas y en horarios pocos convencionales

A no ser que la empresa para la que trabajes esté en un huso horario muy distinto al tuyo, no existe ninguna razón para pensar que estarás frente al computador a altas horas de la noche o muy temprano en la mañana.

Es más, cuando teletrabajas como empleado de una compañía, debes hacerlo en un horario que sea similar al horario de esa empresa, de manera que puedas estar en constante contacto con tus compañeros y superiores.

Pero seamos realistas. Existe la posibilidad de que tu día haya estado muy accidentado y debas reponer horas perdidas en un horario no convencional. Esto debería ser una excepción y no la norma. Una vez más, la clave para aprovechar al máximo tus ocho horas laborables en el horario establecido por la empresa está en la organización del tiempo.

Mito 4: Los teletrabajadores son personas muy solas

¿Sabe el mundo que un trabajador tiene vida más allá de su empleo? Que decidas trabajar desde casa no es sinónimo de ser una persona sola, que no tiene con quién hablar y que se aburre dentro de las cuatro paredes de su casa.

Por otra parte, así como las personas que van a la oficina, el teletrabajador debe estar en contacto tanto con su equipo de trabajo como con sus superiores. Para esto, existen decenas de herramientas digitales, como Google Hangouts, Trello y Skype.

Pero si te preocupa trabajar desde el silencio de casa, prueba ir a un coworking, de manera de que estés rodeado de gente que también teletrabaje.

Mito 5: Los teletrabajadores tienen menos oportunidad para ser ascendidos

Para algunas personas, pareciera que ser promovido de cargo tiene que ver más con las veces que un superior te ve la cara que con la calidad de tu trabajo.

Si eres un gran profesional, cumples con tus asignaciones, respetas a tu equipo de trabajo, muestras liderazgo aun cuando no estés en la oficina y te mantienes en constante aprendizaje, no debería haber razón para ser descartado a la hora de que exista la posibilidad de ascensos.

Mito 6: El teletrabajador tiene mucho tiempo libre

Un teletrabajador debe trabajar las mismas horas que un trabajador que acude diariamente a la oficina. Es más, al tener menos distracciones que en la empresa (menos breaks para tomar café y hablar del capítulo de tu serie favorita o menos interrupciones de algunos compañeros de trabajo), puede ejecutar su trabajo de forma más eficiente. Ese tiempo “extra” que gana, lo puede invertir en adelantar trabajo, investigar nuevas formas de hacer eso a lo que se dedica o proponer nuevos proyectos a su equipo.

Sin embargo, el hecho de que se ahorre un buen par de horas de tráfico al no tener que ir y regresar de la oficina, hace ver como si tuviera mucho tiempo libre. No es que no haya cumplido con su horario laboral, sino que mientras otros están atascados en el tráfico de la hora pico, un teletrabajador puede estar trotando, haciendo mercado o compartiendo con su familia.

Mito extra: Un teletrabajador se la pasa en pijamas todo el día.

Claro que no. Algunos andan en ropa de gimnasio (aunque nunca pongan un pie en uno).

Un teletrabajador, ya sea empleado de una empresa, freelance o Asistente Virtual, tiene las mismas obligaciones que sus compañeros y debe cumplir con todas y cada una de sus tareas. Si en tu empresa aún no han probado esta modalidad de trabajo y te gustaría trabajar desde casa, habla con tus jefes, capacítate para laborar desde casa y negocia un par de días de trabajo a distancia. Tanto tú como la compañía para la que trabajas podría sorprenderse con los buenos resultados de teletrabajar.