Trabajar desde casa es el sueño de muchos empleados. Ya sea porque quieren evitar los tediosos traslados en horas pico, desean ahorrar dinero al no tener que gastar en transporte público o combustible, quieren pasar más tiempo con sus hijos, prefieren la comodidad del hogar o por cualquier otra razón, teletrabajar se ha convertido en la forma ideal para alcanzar tanto sus objetivos profesionales como personales.

Trabajar desde casa brinda el espacio ideal para ejecutar las tareas sin las distracciones típicas de las oficinas: compañeros que hablan mucho, demasiado ruido ambiental, atender las peticiones de todo el que se acerque a tu puesto de trabajo, constantes idas a la máquina de café e interminables reuniones que nunca llegan a una conclusión concreta.

Sin embargo, al comenzar a trabajar desde casa, muchas personas no están al tanto del gran reto que tienen enfrente: cómo evitar que la comodidad del hogar y las labores del día a día afecten la productividad.

Tu casa es tu espacio. Es donde puedes ser tú sin esconder nada. Es por esta misma razón que compartir el ambiente personal con el de trabajo puede hacer que tengas nuevas distracciones que sin lugar a dudas atentarán contra tu productividad.

Imagina la siguiente situación: Te levantas un poco más tarde de lo que normalmente lo harías para ir a la oficina. Arreglas a los niños para que vayan a clase. Decides hacerte el desayuno. Comes con calma mientras revisas las redes sociales. Te das un baño y te arreglas (¡aunque es común que muchos teletrabajadores pasen el día en pijamas!), vas al cuarto de lavado y enciendes la lavadora, te haces un café y por fin comienzas a trabajar. Ya son las 10 am, pero sientes que no hay mayor problema porque estás en tu casa y “nada te distraerá”. Trabajas un rato, pero suena la lavadora. Es hora de pasar la ropa a la secadora. Al terminar, vas a la cocina por algo para comer. Vuelves a sentarte en la computadora. Ya sabes que vas tarde, pero sientes que ahora sí trabajarás sin pausa. Suena el teléfono. Es tu mamá que sabe que estás en casa. Ya son las 11:30 am, hora de preparar el almuerzo. Al terminar el comer, recuerdas la secadora. Sacas y doblas la ropa. Vas por otro café. Ahora sí te sientas. Trabajas un par de horas ininterrumpidas. Te sientes casado. Regresan los niños de la escuela. Ya no tiene caso, los niños hacen mucho ruido y no te dejan avanzar en tus labores. Esperas a que se duerman para poder culminar lo que dejaste pendiente. Son las 9pm. cuando vuelves a sentarte frente al computador. Trabajas un par de horas más hasta que el sueño te vence. Te vas a la cama. Al día siguiente, repites el mismo ciclo. Agotador, ¿no?

Seguro que cuando le comentas a algunos compañeros de trabajo tu situación, te sueltan la típica respuesta: Es que debes organizarte. Pero, ¿qué significa organizarse? ¿Es organizarse lo mismo para una madre que teletrabaje que para una persona sin hijos? ¿Significa lo mismo para el que trabaja 5 días desde casa que para quien solo trabaja 3 días desde su hogar? La respuesta es: no.

Sí, es importante que te organices, pero de acuerdo a tus necesidades. Por eso, lo primero que debes hacer es determinar cómo es tu dinámica laboral vs la personal.

Toma lápiz y papel y deja por escrito cuáles son esas cosas del hogar que a juro debes realizar todos los días y en horarios fijos y aquellas que se pueden hacer el fin de semana o cuando haya tiempo. Sé sincero contigo mismo y decide si tu casa es un lugar ideal para trabajar o más bien debes ir hasta un café o la biblioteca pública.

Tener claro el escenario, allanará el camino para esa organización ideal para ti y con base en lo que hayas decidido, podrás hacer uso de diversas herramientas para aumentar tu productividad.

6 simples trucos para aumentar la productividad al trabajar desde casa

1.- Establece una rutina: Para algunas personas, funciona muy bien levantarse temprano, hacerse un café y comenzar a trabajar. Al cabo de un par de horas, bañarse y desayunar y luego volver al trabajo hasta el mediodía. De esta forma, aprovechan al máximo sus mañanas. Otras, prefieren levantarse un poco más tarde, desayunar con calma, tomar un baño, arreglarse y una vez que están listos, sentarse frente al computador. A otro grupo les funciona mejor tomarse la mañana para hacer sus labores personales y dedicar la tarde-noche al trabajo. Sea cual sea tu grupo, lo importante es que establezcas una rutina y seas fiel a ella todos los días, sin excusas. Decide el horario en el que eres más productivo y fija una rutina.

2.- Ten un espacio fijo para trabajar: Por favor, evita la cama. Es demasiado cómoda y seguro será fuente de grandes distracciones (como quedarse dormido). Si la única mesa que tienes es la del comedor, está bien. Lo que recomendamos es que sea cual sea el espacio de trabajo (el comedor, un escritorio o una pequeña oficina en casa), lo mantengas ordenado y limpio cuando te sientes a trabajar. Evita que la mesa o escritorio esté lleno de vasos y platos sucios o que los niños dejen los juguetes allí.

3.- Planea: Planea desde la noche anterior tus tareas importantes, las comidas del día siguiente, los horarios de trabajo, los horarios de descanso. Esa planeación hará que te sientas comprometido contigo mismo. Si en tu lista de tareas anotaste tres responsabilidades urgentes con las que debes cumplir, ya sabes en dónde debes enfocar tus esfuerzos. Si preparaste el menú con anterioridad, evitarás pasar un buen rato buscando en la cocina algo para preparar. Si decidiste que tomarás tres descansos en el día, ya sabes en qué bloques debes ser más productivo.

4.- Elimina las redes sociales de tu computador: Las redes sociales son el gran agujero negro de la actualidad. A menos de que seas community manager o cualquier profesión relacionada con el social media, elimina atajos y marcadores de redes sociales en tu computador de trabajo. De hecho, existen aplicaciones para el móvil que bloquean el acceso a las redes por un lapso de tiempo determinado.

5.- Cuida tu alimentación: Un gran enemigo de la productividad es el hambre. Pasa en la oficina y pasa en la casa: la comida chatarra es la opción número uno. Si no estás sano, no podrás ser productivo. Llena la despensa con alimentos saludables y  muchas frutas de manera que cuando sientas hambre, tengas un snack saludable a la mano.

6.- Prémiate: Si te cuesta mantenerte enfocado en casa, sientes que todo te distrae y que no alcanzas tus objetivos a tiempo, crea un sistema de gratificación instantánea que te motive. Por ejemplo, si trabajas por dos horas seguidas, te tomas media hora para dar una caminata por el vecindario y tomar aire fresco. O si culminas temprano ese artículo que debes entregar mañana, revisas tu Instagram por 10 minutos. O si logras leer los informes antes del mediodía, te premias con tu música favorita a todo volumen por 20 minutos. No tienen que ser grandes premios, pero sí cosas que te motiven a culminar tus actividades a tiempo y de la mejor manera posible.

Cambiar un hábito nos toma 21 días. Si durante 21 días logras levantarte más temprano y comenzar a trabajar de inmediato o todas las noches hacer tu lista de tareas para el día siguiente o solo revisar las redes en los momentos de descanso o comer snacks saludables, al cabo de ese lapso, ya tu cuerpo lo asumirá como lo normal.

Hazlo como un reto personal que te ayudará a ser mejor profesional y verás cómo tu productividad se incrementa y logras sacar lo mejor de teletrabajar. Ya más nunca querrás volver a la oficina.

¿Qué recomendación tienes para las personas que teletrabajan? ¿Has probado alguno de estos tips? Déjanos tu experiencia en los comentarios.