Cuando un Asistente Virtual se independiza y comienza a trabajar por su cuenta, se enfoca en establecer su modelo de negocio, crear su marca y buscar clientes.

Entonces surge la primera pregunta, esa que hace que los Asistentes Virtuales pasen horas sin dormir y que titubeen cuando se enfrentan a un cliente: ¿cuánto debo cobrar por mis servicios?

Para tu tranquilidad, resulta fundamental que determines tu tarifa desde el momento en que tienes un modelo de negocio. Si bien no tiene que ser un precio no negociable, te recomendamos que calcules un precio mínimo con el que te sientas cómoda y que te permita cubrir tus necesidades básicas. Debe quedar claro que esa tarifa mínima debe ser un suelo desde donde partan tus ingresos y no el techo a dónde deban llegar.

Antes de comenzar a sacar cuentas para determinar esa tarifa mínima, aclara en qué posición estás frente a la industria. Para precisar tu lugar, te recomendamos responder unas preguntas fundamentales. Luego de que tengas esas respuestas, te propondremos un método desarrollado por la revista Forbes que te ayudará a calcular el valor justo de tu trabajo como Asistente Virtual.

6 Preguntas a responder antes de determinar el valor de tu trabajo como Asistente Virtual

1.- ¿Tienes estudios profesionales? Al ser una Asistente Virtual calificado, seguramente tienes estudios universitarios que te certifican como un profesional en un área específica. Tus estudios universitarios tienen un valor. Invertiste tiempo y dinero en esa titulación. Además, ese grado es lo que te ha permitido especializarte, ganar experiencia y dedicarles tus conocimientos a tus clientes.

2.- ¿Has completado algún tipo de especializaciones en tu área profesional? Si decidiste ir más allá en tu carrera universitaria y realizar alguna especialización, ya sea máster, postgrado o doctorado, debes también tenerlo en consideración a la hora de determinar tu tarifa. Cada especialización te sitúa un peldaño más arriba en comparación con otros profesionales que solo han completado la licenciatura y por lo tanto, le asegura a tus clientes que tienes más conocimientos en el tema.

3.- ¿Cuántos años de experiencia laboral acumulas? Esta es quizás una de las preguntas más importantes que debes responderte. Si bien tener títulos universitarios y especializaciones aporta mucho a tu hoja de vida, es la experiencia la que realmente demuestra tu potencial. Calcula cuántos años de experiencia acumulas y en qué empresas. Además, establece cuáles fueron tus funciones en cada puesto de trabajo. Esto le demostrará a tu cliente en qué funciones te has desempeñado y cómo éstas pueden aportar a su empresa.

4.- ¿Hablas algún otro idioma además de tu lengua materna? Hablar más de un idioma será siempre un plus en tu vida profesional. Imagina todas las fuentes de información a las que puedes acceder cuando el idioma no es una barrera. Además, esta capacidad te permitirá llegar a clientes más allá de tus fronteras y ampliar tu campo de trabajo.

5.- ¿Necesitas de algún equipo específico para ejecutar tu trabajo? Quizás eres diseñadora gráfica y requieres de un software especializado para ejecutar tu trabajo, o te desempeñas como videógrafa y tienes equipos como cámaras de video, microfonía y equipo de luces o eres community manager y usar un teléfono súper avanzado para cumplir con tus tareas, además de herramientas de análisis pagas que te permitan entregar reportes a los clientes. Sea cual sea tu profesión, determina qué equipos, softwares o herramientas debes pagar para ejecutar tu trabajo con calidad. Recuerda que muchos softwares y herramientas requieren que renueves la licencia cada cierto tiempo y los equipos electrónicos tienen una vida útil limitada y deben ser renovados cada cierto tiempo.

6.- ¿Tienes certificaciones ante agrupaciones gremiales? Ya sea ante colegiaturas, sindicatos o asociaciones internacionales como el IVAA (International Virtual Assistant Association), considera los costos de registro al momento de fijar tus tarifas. Estas asociaciones te certifican como un profesional capacitado para trabajar en un área profesional y cuestan dinero.

¿Cómo calcular tu tarifa con el método de Forbes en 5 simples pasos?

La revista de negocios Forbes propone un método para que los trabajadores independientes calculen tarifas justas y ajustadas a sus necesidades. Estos son los pasos que debes seguir:

1.- Identifica el monto que quieres ganar en el año: Puedes tomar como base el dinero que en doce meses te pagaba la empresa para la que trabajabas en calidad de empleado. Otra forma de hacerlo, propone Forbes, es sacando la cuenta de tus gastos fijos del año como renta, servicios, salud, educación, insumos y ahorros. Con base en esos gastos, calcula cuánto te gustaría generar en un año.

2.- Determina los costos de tu trabajo: ¿Recuerdas que más arriba te decíamos que determinaras los costos de herramientas que requerías para ejecutar tu trabajo? Ahora suma los costos del tipo: internet, electricidad, hosting, impuestos, gastos médicos y cualquier otro gasto fijo necesario para tu trabajo. Este monto súmalo a ese monto que quieres ganar en el año.

3.- Calcula tu inversión en tiempo: Sé sincero contigo mismo y calcula cuánto tiempo podrías estar frente al computador trabajando. A esos días, réstales fines de semana, días en los que estarías enferma, vacaciones y días feriados. De esos días laborables, estima las horas que trabajarás. ¿Quizás 8 horas por día o 5 horas? Todo depende de tu productividad. Por ejemplo, 230 días por 6 horas da un total de 1380 horas en el año. Forbes hace una acotación importante: “No se te pagará por cada hora que pases delante de la computadora. Haz una estimación de las tareas de gestión empresarial (como consultar el correo electrónico o la facturación). Resta estas horas del total para obtener la inversión de tiempo anual real”.

4.- Calcula el precio de tu hora: Llegó la hora de hacer la matemática: toma ese monto que quieres ganar en el año más los costos del trabajo y divídelo entre la inversión en tiempo.

Por ejemplo: $20.000 (lo que quieres generar en el año) + $2.500 (costos) / 1380 (horas) = $ 16,30 la hora.

De esta manera, $16,30 la hora sería lo mínimo que podrías cobrar por tu trabajo. Si tu cliente es muy exigente, pertenece a una compañía muy grande o requiere un trabajo muy específico y exclusivo, tu tarifa puede (y debe) subir.

5.- El valor: Si bien ese precio por hora te da una referencia, muchas veces deberás pasar más horas frente al computador de las presupuestadas. Entonces, ¿cómo calcular la tarifa en ese caso? Pongamos un ejemplo, le dices a tu cliente que la realización de un video tomará 6 horas, pero en la práctica te das cuenta de que te tomará más y ya no puedes modificar el precio. Lo ideal en este caso es cobrar un precio fijo por proyecto. Así, en lugar de decirle al cliente que la edición del video cuesta 16.30 la hora y que te tomará 6 horas, podrías ofrecerle un precio fijo de $120. Sí, parece un precio alto, pero debes tomar en cuenta que no sabrás cuánto tiempo en realidad te lleve concluir el trabajo. El tiempo es tu tesoro más valioso, así que determina muy bien su valor. Los clientes verán el costo del proyecto como “el valor de tu servicio y no como el valor de tu tiempo”, asegura Forbes.

Otra muy buena manera de determinar el precio de tu servicio, sobre todo cuando se está comenzando, es haciendo una investigación en el mercado y averiguar cuánto cobran otros Asistentes Virtuales o ir a las asociaciones de Asistentes Virtuales y preguntar si ellos tienen alguna guía de precios. Eso sí, recuerda que estos montos serán una guía y tú cobrarás con base en lo que valen tus estudios, tu experiencia y tu tiempo.

¿Cómo determinas tu tarifa? ¿Qué métodos usas? Deja tu experiencia en la sección de comentarios y comparte este artículo a todos tus colegas Asistentes Virtuales.