De un momento a otro, en tu empresa tuviste que enviar a tu personal a teletrabajar porque una pandemia mundial ponía en riesgo la salud y bienestar de todos. No hubo tiempo de estrategias o planes. Cada día ha sido un ensayo y error hasta dar con una metodología que sea satisfactoria para todos, en el mejor de los casos. En el peor, hay empresas y empleados que siguen viéndolas muy negras porque no logran un equilibrio entre las necesidades de las compañías y la de su personal con el trabajo a distancia.

Al final, el problema es el mismo: pocas empresas tenían una estrategia para teletrabajar, ya fuera para situaciones de contingencia o como parte de su filosofía de trabajo.

Ya un par de meses después, algunos gobiernos de la región comienzan a flexibilizar el aislamiento social que había sido impuesto para intentar controlar la expansión de la pandemia. A muchas industrias se les ha permitido el regreso a sus actividades normales y, por lo tanto, la vuelta de sus empleados a oficinas y centros de producción.

¿Significa esto que ya no hay riesgo de contagio?

No, el riesgo sigue ahí. No hay vacuna contra el coronavirus o una medicina que lo cure con rapidez. Y esta realidad se mantendrá por lo menos por lo que queda de 2020. Pero la necesidad de que las economías no sucumban ha acelerado la vuelta a la vida (casi) normal.

Ante este escenario, surge una pregunta importante que los empleadores deben hacerse: ¿Vuelvo a la oficina a pesar de los riesgos que eso implique o mantengo el teletrabajo, aun con las fallas que tiene?

No hay una respuesta correcta. Cada empresa evaluará sus necesidades y las de su personal y con base en ese análisis debe determinar qué es lo más conveniente en su caso.

Sin embargo, es un excelente momento para considerar el trabajo a distancia como un método más dentro de la “nueva normalidad” de tu empresa.

Lo bueno y lo complicado del teletrabajo

Mantener el teletrabajo aun y cuando ya se permita la vuelta a las oficinas puede tener resultados muy positivos en tu empresa que antes no habías considerado. Pero como todo en la vida, también conlleva sus riesgos. Veamos los aspectos positivos de mantener a tu equipo trabajando desde casa y cuáles son las situaciones con las que debes tener precaución.

Lo bueno del teletrabajo

1.- Reduces costos. ¿Quién no quiere reducir costos y más en tiempos de crisis e incertidumbre? Al mantener a tus empleados trabajando desde casa gastas menos energía eléctrica, agua, y servicio de internet. Tampoco necesitas una oficina enorme, que implica un alto costo por alquiler o arrendamiento. Y un espacio reducido, en donde solo esté el personal que definitivamente no pueda trabajar desde casa, es más sencillo (y económico) de mantener.

2.- Cuidas a tus empleados. “Yo te cuido y tú me cuidas”. No hay frase más cierta en tiempos de coronavirus. Y si bien puedes cuidar la salud y bienestar de tus empleados al proveerles sistemas de higiene en la oficina y educándolos en distanciamiento social, resulta mucho más eficiente dejarlos en casa. Ellos no tendrán que exponerse en el transporte público o teniendo contacto con otras personas de la oficina, por lo que el riesgo de contagio será mínimo.

3.- Impulsa la creatividad: Cuando el teletrabajo responde a una estrategia y sigue una serie de planes que buscan el beneficio de ambas partes, los empleados se sienten motivados y atendidos. Esta satisfacción se refleja en varias áreas como aumento de la productividad y mejores soluciones a los problemas que pudieran enfrentar. Es decir, su creatividad se impulsa y son capaces de crear soluciones que en las cuatro paredes de la oficina no lograban. Además, al no tener que gastar tiempo en movilizarse de la casa a la oficina y de la oficina a la casa, tus empleados cuentan con más horas que pueden invertir en proyectos personales o en su propia preparación profesional. ¿Has pensado cómo esto puede beneficiar a tu propia empresa?

Lo complicado del teletrabajo

1.- Jefes con desconfianza: Al no tener una estrategia y procesos de teletrabajo y dejarlo al azar, los jefes sienten que sus equipos no ejecutarán sus tareas con la misma rapidez o precisión que cuando ellos los supervisan en las oficinas. Algunos hasta envían más asignaciones pensando que si tienen a sus empleados ocupados con muchas tareas, se distraerán menos en las faenas del hogar. Al final, el resultado es un completo desastre. Si bien el trabajador tendrá distracciones, esto no quiere decir que sea incapaz de ejecutar sus deberes de la forma como ya lo hacía en la oficina. Y hasta mejor, si cuenta con el apoyo y entrenamiento por parte de sus líderes.

2.- Falta de preparación: Como ya dijimos, muchas empresas no tenían un plan de teletrabajo ya establecido cuando la pandemia las obligó a enviar a sus trabajadores a casa. Pero la falta de preparación va más allá. Al no existir tal estrategia, los trabajadores tampoco estuvieron preparados, por lo que carecen de herramientas que los ayude a asumir esta nueva realidad. Sus hogares tampoco estuvieron acondicionados para convertirse en oficinas. Algunos carecen de internet estable y hasta de un espacio físico en donde ejercer sus asignaciones con comodidad. Estas carencias afectan su productividad. Si el teletrabajo será una metodología más en tu empresa, asegúrate que tus empleados cuenten con las herramientas físicas, tecnológicas y educacionales para asumirlo con confianza y comodidad.

3.- Tecnología limitada: Seamos claros. No todas las empresas tienen la capacidad de adecuar sus métodos y sistemas para que sus trabajadores estén de forma remota y segura. Implementar el teletrabajo implica una inversión monetaria. Lo ideal es que todas las herramientas que tus empleados vayan a usar estén en la nube. ¿Por qué? Porque así aseguras que todos trabajen en una misma plataforma, que sea estándar y bajo parámetros de seguridad. Sí, hay herramientas gratuitas que hacen muy bien el trabajo y son ideales para comenzar. Pero no olvides que si quieres que el teletrabajo sea realmente eficiente, debes invertir tanto en las herramientas correctas como en la preparación de tus empleados.

Si crees que el teletrabajo sería de beneficio para tu empresa y empleados, pero sientes que te falta preparación para implementarlo de forma correcta.

Puedes ponerlo en marcha por días o solo con aquellos empleados que así lo deseen y se sientan preparados para asumirlo. Entre todos, irán definiendo los procesos necesarios hasta que puedan establecer un modelo de teletrabajo ideal y funcional para tu empresa.