Para cada proyecto de una empresa, así como de forma global para toda la compañía, deben existir objetivos que se desean alcanzar.

Para algunos, será importante convertirse en la empresa más importante del mundo; unas unidades de negocio querrán ser los más eficientes en su compañía; otros desean crear un app que solucione cierto problema de sus clientes; y algunos solo tendrán como objetivo ser más productivos en sus horas laborales.

Los objetivos nos impulsan, nos dan razón de ser, nos exigen ser mejores y buscar soluciones más óptimas a los problemas que enfrentamos día a día en nuestras empresas o emprendimientos.

Son tan importantes, que unos objetivos claros y establecidos por escrito, logran que un equipo, ya sea presencial o de teletrabajo, esté alineado y vaya en una misma dirección.

Sin embargo, establecer objetivos sinceros y que impulsen a una empresa a subir al siguiente escalón no es una tarea sencilla.

Muchas marcas y emprendedores pecan al momento de decidir cuáles serán esos objetivos sobre los que trabajarán y optan por establecer objetivos demasiado grandes, que son muy difíciles de alcanzar.

Por ejemplo, una empresa quiere ser la mejor del mundo. Así, a secas. Entonces surgen las preguntas: ¿Qué significa ser “la mejor del mundo”? ¿Cómo mides que eres “la mejor del mundo”? ¿En cuánto tiempo se logra ser “la mejor del mundo”? ¿A qué mundo se refiere?
Esta clase de objetivos inalcanzables frustran a un buen número de personas  y tienen como efecto que se desista la búsqueda de esa meta y la compañía (y sus empleados) vayan a deriva… hasta que desaparece o en el mejor de los casos apenas subsisten para cubrir un hueco y pagar sueldos.

Sin objetivos claros, reales y medibles, es imposible saber si la empresa está logrando algo.

Por esta razón, en 1981, George T. Doran introdujo el concepto de lo que denominó los objetivos S.M.A.R.T. (acróstico de inteligente en inglés) y cambió la manera en la que se establecen las metas en todo el planeta.

¿Qué son los objetivos S.M.A.R.T.?

Doran presentó el ensayo There’s a S.M.A.R.T. Way to Write Management’s Goals and Objectives (Existe una manera S.M.A.R.T. de escribir las metas y objetivos de la administración) que ayudan a tener estructura y guía en la ejecución de un proyecto.

Pero, ¿qué significa S.M.A.R.T?

Specific (específico)

Measurable (medible)

Attainable (alcanzable)

Relevant (relevante)

Time-Bound (limitado en el tiempo)

Entonces, los objetivos S.M.A.R.T son aquellos específicos, medibles, alcanzables, relevantes y limitados en el tiempo. Bajo esta estructura y cumpliendo cada uno de estas características, las empresas deben decidir sus objetivos, de acuerdo a lo planteado por Doran.

Veamos cada característica por separado.

  • Específico: Un objetivo debe ser específico en lo que se desea lograr. Por eso, decir que se quiere ser “la mejor empresa del mundo”, ya incumple con este primer aspecto porque no determina de forma específica qué es lo que se desea. Por el contrario, decir: “Quiero que mi empresa sea referente en la industria editorial de México” es mucho más específico.
  • Medible: Todo lo que hagamos para alcanzar un objetivo debe ser medible. Por esto, al determinar un objetivo, se debe decidir qué métricas se usarán para decidir si se está alcanzando o no. En el ejemplo de la empresa editorial, se podría decir: “Quiero que mi empresa sea referente en la industria editorial de México y que publique por lo menos 10 libros al mes”. En este caso, el número de publicaciones es la métrica de determinará si se está alcanzando el objetivo o no.
  • Alcanzable: Un objetivo sincero y real debe ser alcanzable, es decir, posible de cumplir. “Ser la mejor empresa del mundo” no es un objetivo alcanzable. En cambio, “Ser referente en la industria editorial de México y publicar por lo menos 10 libros al mes” sí lo es. Con esto no decimos que los objetivos deban ser mediocres, sino que deben ser un escalón que se pueda subir para luego ir al siguiente.
  • Relevante: El objetivo debe ser relevante a la empresa. Es decir, que la ayude a crecer y que vaya acorde con su cultura. Para una editorial, un objetivo relevante es publicar libros. Pero si su nuevo objetivo es abrir 3 restaurantes en México, dejaría de ser relevante para ella misma.
  • Limitado en el tiempo: Un objetivo no puede ser eterno. Para que tenga éxito, debe tener una duración establecida. De otra manera, para los involucrados pasará a ser algo de todos los días y se perderá el foco. En el ejemplo que estamos usando, podríamos verlo así: “Quiero que mi empresa sea referente en la industria editorial de México y que publique por lo menos 10 libros al mes en los próximos 6 meses”. Así, todo el equipo de la editorial sabe que debe lograr que en 6 meses se publiquen por lo menos 10 libros al mes y de esta manera convertirse en referente de la industria en ese país.

¿Son mediocres los objetivos S.M.A.R.T.?

Un test online publicado por la revista Forbes respondido por más de 5 mil lectores determinó que 40% de los trabajadores que utilizan esta herramienta son infelices en sus trabajos.

Otra encuesta realizada por el autor de este test, Mark Murphy, en la que se consultó a más de 4 mil empleados de 397 organizaciones concluyó que “solo el 15% de los empleados está fuertemente de acuerdo de que sus objetivos los ayudarán a lograr grandes cosas. Y solo 13% de los empleados está fuertemente de acuerdo en que sus objetivos de este año los ayudará a maximizar su absoluto potencial”.

El autor explica que el problema de los objetivos S.M.A.R.T. está en la obligatoriedad de que el objetivo sea alcanzable ya que evita que los trabajadores establezcan objetivos difíciles o audaces.

¿Está entonces la metodología S.M.A.R.T. errada? A nuestro juicio, no. La herramienta constituye una manera sencilla de dar estructura a los objetivos de una persona u organización y permite dar esos primeros pasos para ir construyendo una empresa sólida. A medida que se van cumpliendo objetivos, éstos deben ser cada vez más retadores para que la empresa crezca y se desarrolle en el tiempo.

Por ejemplo, al establecer un objetivo, un gerente se da cuenta de que su equipo carece de alguna habilidad para cumplirlo. ¿Deja de ser alcanzable ese objetivo? No. Todo lo contrario, se convierte en un reto que hay que superar para lograr la meta. En este caso, el gerente puede solicitar adiestramiento para su equipo de manera de tener lo necesario para alcanzar el objetivo.

La metodología S.M.A.R.T. es ideal para el desarrollo de grandes empresas, grupos de trabajo, emprendimiento, Asistentes Virtuales, freelancers y cualquier persona que desee cumplir con alguna meta en específico.

Al cumplir un objetivo, nos sentimos productivos, bien con nosotros mismos, avanzamos en las tareas, podemos optimizar proyectos y nos damos cuenta de todo lo que somos capaces cuando le damos una estructura a nuestras asignaciones.

¿Has usado la metodología S.M.A.R.T en el establecimiento de tus objetivos? ¿Crees que fomenta la mediocridad? Cuéntanos tu experiencia en los comentarios.